El origen de un injerto es la unión de una estaca y una yema.

La estaca la sacamos de los campos de pies madre certificados, cortando y limpiando unas varas a la medida necesaria. Se dispone de una amplia gama de patrones de diferentes características.  Después se eliminan los ojos de la estaca para que sólo salgan raíces en la parte inferior. Se hidratan con agua a remojo para que vasodilaten y así recuperar la posible sabía perdida en el proceso de elaboración.

Las yemas se sacan de las propias viñas de campos base y se trocean los sarmientos podados haciendo yemas individuales de un sólo ojo.

Mediante unas máquinas de injertar con sistema omega de gran precisión manejadas por el personal se hace el corte y ensamblaje de la estaca y la yema, llamado injertado. Seguidamente se hace el primer parafinado, que es introducir las cabezas en una olla caliente con parafina durante un segundo para sellar la soldadura del injertado. Después se meten los culos en palots con una cantidad de agua y se introducen en cámaras con calor determinado y humedad para que hagan la callogenesis y se realice al estratificación.

Pasado un tiempo, cuando se ha realizado la estratificación se sacan los palots . Ahora se hace el segundo parafinado y ya esta listo para plantar los campos de enraizamiento. Anteriormente se prepara la tierra de la parcela debidamente y se coloca un plástico perforado con goteo donde se introducirá cada injerto uno a uno.

Ahora es el momento de hacer un seguimiento riguroso consistente en labores de abonado, riego, fertilizantes, despunte… necesarios para el buen desarrollo de la planta – injerto. Pasado el tiempo, en el mes de Noviembre la planta se encuentra en estado óptimo de agostamiento y con una máquina se arrancan los injertos.

Ya en el almacén se podan y seleccionan individualmente siempre teniendo en cuenta que la soldadura y la raíz se ha hecho correctamente.

Se hacen paquetes y parafinan por tercera vez estando ya preparados para encajar. Cada caja va con su etiqueta correctamente, con toda la información sobre el material que contiene y su correctamente pasaporte fitosanitario que el Departamento De Sanidad Vegetal Del Gobierno De Navarra controla para garantizar la pureza varietal y sanitaria de nuestras plantas, al tiempo que certifica la trazabilidad ya que debe responder al sistema de certificación establecido por la Unión Europea.

Se guardan en cámaras frigoríficas a una temperatura determinada para conservar esas plantas en buen estado hasta que el viticultor las necesite para realizar la plantación.

Siendo todo esto el proceso para una futura viña.

 

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